El aceite de Rosa Mosqueta es un extracto vegetal muy popularizado en el ámbito de la medicina estética. Son muchos los estudios que han demostrado su efectividad como antioxidante y regenerador, convirtiéndolo en un gran aliado para el cuidado de la piel. Su alto contenido en ácidos grasos esenciales y vitaminas hacen de él el elixir ideal para fortalecer y nutrir nuestra piel esté 2018.
¿Qué nos aporta el aceite de Rosa Mosqueta frente a otros aceites?
Nos encontramos ante un compuesto cada vez mejor posicionado entre los productos de belleza imprescindibles.
- Es hidratante: El alto contenido en ácidos grasos y vitaminas de la Rosa Mosqueta nos ayudan a hidratar y retener la humedad de nuestra piel, lo que la mantiene hidratada durante más tiempo.
- Ayuda a controlar las manchas y estrías: Los aceites grasos han demostrado su eficacia para mejorar la textura y el tono de la piel. Sus vitaminas y antioxidantes estimulan la producción de colágeno, propiciando una mayor elasticidad y mejorando el tono de nuestra piel, además de protegerla del fotoenvejecimiento.
- Reduce las cicatrices y favorece la regeneración de la piel: Uno de los beneficios más conocidos y que han popularizado el uso del aceite de Rosa Mosqueta es su capacidad para disminuir cicatrices. Los ácidos grasos mejoran la elasticidad y permeabilidad de la piel, favoreciendo la regeneración cutánea, reduciendo las cicatrices y homogeneizando su tono.
- Previene el envejecimiento de la piel: Algunos de los beneficios que ya os mencionamos, pueden dar a entender que se trata de un producto antiedad ideal, que nos ayuda a prevenir y reparar los signos del paso del tiempo.
- Mejora la circulación y el sistema inmunológico: La manera más común de disfrutar de los beneficios de la Rosa Mosqueta es a través de su uso cutáneo como aceite, pero ingerida en polvo o cápsulas ha demostrado ser eficaz a la hora de mejorar la circulación sanguínea y potenciando el sistema inmune.
- Artritis: La Rosa Mosqueta ha demostrado ser un tratamiento excepcional para la artritis reumatoide. Los pacientes notan una reducción significativa en el dolor e inflamación de las articulaciones.