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El verano es la estación perfecta para renovar nuestra alimentación, aprovechar los productos frescos de temporada y cuidar nuestro cuerpo con comidas ligeras, coloridas y llenas de nutrientes. Con el calor, el cuerpo necesita hidratación, vitaminas y una digestión más ligera, por eso es el momento ideal para adoptar hábitos saludables que también pueden perdurar durante todo el año.

1. Frutas y Verduras de Temporada: Aliadas del Verano

El verano nos regala una gran variedad de frutas y verduras frescas, ricas en agua, vitaminas y antioxidantes. Algunas opciones ideales son:

  • Sandía y melón: Altamente hidratantes y bajos en calorías.
  • Fresas, cerezas y arándanos: Antioxidantes y deliciosos.
  • Tomates, pepinos y pimientos: Ideales para ensaladas y gazpachos.

Consumir alimentos de temporada no solo es más saludable, también es más económico y sostenible.

2. Hidratación Inteligente

Con las altas temperaturas, el cuerpo pierde más líquidos y minerales. Para evitar la deshidratación:

  • Bebe al menos 2 litros de agua al día.
  • Incluye infusiones frías o aguas saborizadas naturalmente con frutas, hierbas o pepino.
  • Evita bebidas azucaradas o con cafeína en exceso, ya que pueden deshidratar.

3. Comidas Ligeras y Frecuentes

Durante el verano, lo mejor es optar por comidas más livianas que no sobrecarguen la digestión:

  • Prefiere platos fríos como ensaladas completas con proteínas (pollo, atún, legumbres).
  • Incorpora granos integrales como quinoa, arroz integral o couscous.
  • Evita frituras y comidas muy pesadas, que aumentan la sensación de calor y fatiga.

4. Proteínas Magras y Grasas Saludables

Mantén una alimentación equilibrada incluyendo:

  • Pescados como el salmón o las sardinas, ricos en omega 3.
  • Huevos, yogur natural, frutos secos y semillas, excelentes opciones para snacks o desayunos.
  • Aguacate y aceite de oliva extra virgen, como fuentes de grasas buenas.

5. Postres Refrescantes y Nutritivos

Satisface tu antojo dulce sin renunciar a lo saludable:

  • Helados caseros de frutas y yogur.
  • Smoothies con leche vegetal o kefir.
  • Brochetas de frutas congeladas.

Conclusión

Una alimentación saludable en verano no significa restringirse, sino elegir con inteligencia lo que nos nutre, hidrata y da energía. Es la oportunidad perfecta para reconectar con lo natural, cocinar más en casa y disfrutar del bienestar desde el plato.

¡Cuida tu cuerpo, disfruta los sabores del verano y mantente fresco por dentro y por fuera!

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